La esencia de nuestro AOVE Lucio
En el corazón del Poniente de Granada, nace Zajarí, un aceite de oliva virgen extra ecológico elaborado con aceitunas de la variedad Lucio.
Lucio, la esencia de Zajarí
El olivo Lucio es exclusivo de esta región andaluza, donde ha sido cultivado durante siglos. No es una variedad común, su producción es más limitada y exige un mayor conocimiento, paciencia y dedicación. Esto es lo que lo convierte en algo especial.
Esta variedad tan única aporta a Zajarí una experiencia sensorial irrepetible, da el sabor, la textura y una personalidad llena de carácter. En cada campaña se seleccionan cuidadosamente las mejores aceitunas de forma temprana y se prensan en frío para conversar la delicadeza de sus propiedad y matices.
El resultado es un AOVE que destaca por su sabor y su identidad, un homenaje a la tradición y a la tierra, en una botella que conserva el alma de la Andalucia más autentica.

Una variedad singular y protegida
A día de hoy, solo existen alrededor de 10.000 hectáreas de olivos Lucio en todo el mundo, la mayoría concentradas en Andalucia. Su producción limitada, junto a su alta calidad, lo convierten en un verdadero tesoro. La singularidad de este olivo ha llevado a que sea reconocido y protegida bajo la Denominación de Origen Protegida Poniente de Granada (DOP), para garantizar la autenticidad, el origen y la trazabilidad del aceite.
El AOVE Lucio se distingue por su identidad sensorial. Su perfil aromático es complejo, con intensas notas verdes, matices afrutados y un equilibrio perfecto en boca. Su carácter se revela desde el primer contacto con el olfato y permanece en el paladar con un regusto elegante y persistente.
Los frutos del Lucio dan un aceite que no solo destaca por su sabor, sino que también refleja la historia y cultura de la región que lo ve nacer. Cada gota de Zajarí es el proceso de un proceso artesanal y lleno de dedicación.
Características sensoriales de Zajarí
Zajarí se distingue por su frutado verde intenso. Desde el primer aroma, se perciben notas de hierba fresca, seguidas de almendra verde, higuera y frutos rojos como la fresa. A estas notas se suma un toque sutil de frutos tropicales como la papaya, que aporta frescura al conjunto.
En el paladar, Zajarí ofrece un equilibrio perfecto entre dulzura, amargor y picor. Tiene una entrada suave, seguida de un picor moderado que da paso a una ligera amargura. Este balance, junto con el toque dulce que perdura en boca, hace de Zajarí un aceite ideal para disfrutar en cada cata.
